¡Que nos paguen por cuidar!

Imagen: "Twins" by Tam Austria

A veces pienso que ya va siendo hora de que se pare el mundo y bajarnos. Otras que ya es hora de darle la vuelta y ponerlo patas arriba. Sea como sea ha llegado la hora de gritar bien alto: ¡Que nos paguen por cuidar!

A nosotras, casi siempre en femenino; a nosotras, las de siempre: las madres, las hijas, las nueras, las hermanas, las tías, las abuelas, las vecinas, las comadres: ¡Que nos paguen por cuidar! ¡Que nos paguen por sostener el mundo! el de todos, también el suyo, muchas veces de puertas a dentro y en chiquitito...

¡Que nos paguen por cuidar! A las que nos lo comemos y nos lo guisamos con patatas, gracias a la fortaleza y al dichoso "espíritu de sacrificio", tan explotado, que tan bien les viene.

¡Que nos paguen por cuidar! ¡Que nos CUIDEN! ¡Que nos coticen como al resto, que nos visibilicen, que nos den voz!

A las que movemos el mundo, a las últimas en acostarnos y a las primeras en abrir el ojo, a las que no duermen, a las que velan, a las que crían, a las que paren, a las que amamantan, a las que acompañan la enfermedad, a las que cuidan de sus mayores, a las que limpian, a las que cocinan...

¡Que nos paguen por cuidar!

¡Que me paguen por cuidARTE! ¡Que me paguen el ARTE de hacerte visible, de acompañarte y darte voz y darme voz!

Para que yo pueda, sin depender de nadie, CUIDARME a mí, para que todas podamos, sin depender de nadie, elegir CUIDAR o no.

¡Que nos paguen a todas que ya van siendo siglos!

Myriam Moya Tena