Imagen Tamara Adams
Hubo un día en que dejé de ver "la sombra”
de las demás. Llevaba un tiempo ya bailando con la mía y sentí, de repente,
la necesidad de dejar de “juzgar”, imaginar o nombrar lo que no me pertenecía:
la vida (con sus luces y sombras) de las otras mujeres con las que coincidía en
el camino.
Desde ese día ya no salieron de mi boca,
ni aparecieron en mis comentarios frases que son tan comunes que han dejado de
rechinarnos en los oídos. Frases que forman parte del cotidiano de muchas
mujeres, aunque no deberían existir. Frases como:
“A
quiere un parto natural pero seguro que no puede y acaba en cesárea, se ve
venir”
“B
no creo que sea capaz de mantener mucho tiempo su lactancia, seguro que tiene
dificultades”
“C
tiene tantas pérdidas gestacionales porque en su familia pasó algo y no lo ha
sanado”
“D
va a tener un embarazo difícil, ya verás, con lo complicado que lo hace todo”
“F no logra
quedarse embarazada porque su madre cuando era pequeña (adivinación)”
“H
no encuentra una pareja adecuada porque tiene un problema y no lo quiere ver”
“J
tiene las menstruaciones dolorosas porque (adivinación)”
etc etc etc.
Las mujeres tendemos a ver, inventar
y adivinar las sombras de las demás porque nos sirven de espejo.
Las mujeres hemos crecido
reconociéndonos en el otro y la otra, incluso a veces nos definimos desde lo
negativo como lo que no somos, en vez de hacerlo desde nuestra propia esencia.
Da igual las veces que una mujer
haya bailado con su sombra, e incluso si la ha visto de cerca, dejar de ver y
nombrar las sombras de las demás suele ser un acto consciente y requiere un
esfuerzo.
Suele ser dejar la sombra para
elegir la luz, dejar de imaginar y juzgar para simplemente (y muchas veces
desde el silencio) acompañar. Suele también conllevar la aceptación de la
propia vulnerabilidad y de la propia sombra.
Yo hubo un día en que
conscientemente decidí abrir mis ojos lo máximo posible a la luz.
Decidí sacar a las demás de su papel
de víctimas y confiar en que cada una estaba siguiendo su propio camino.
Yo no creo que la mayoría de
mujeres/madres andemos tan perdidas y solas como se dice.
Yo nos siento cercanas,
valientes, alegres, disponibles.
Yo he elegido (siempre que pueda, no soy infalible) en
vez de ver la sombra ver la luz.
Hubo un momento determinado de mi puerperio, en el que me di cuenta que de tanto querer sanar mi sombra podía perderme mi propia luz o, algo más importante, las luces multicolores de mi hija. Entonces hice un pacto con ella, decidimos seguir caminando juntas, ir conviviendo día a día y hacernos amigas. No nos ha ido nada mal.
Hubo un momento determinado de mi puerperio, en el que me di cuenta que de tanto querer sanar mi sombra podía perderme mi propia luz o, algo más importante, las luces multicolores de mi hija. Entonces hice un pacto con ella, decidimos seguir caminando juntas, ir conviviendo día a día y hacernos amigas. No nos ha ido nada mal.
Así que, cada cual es cada cual,
cada una a su ritmo, sanándose, viviendo y disfrutando lo máximo posible.
Ahora cuando oigo frases de mujeres
cercanas sobre partos, lactancias, abortos espontáneos o voluntarios, vueltas
al trabajo precipitadas, falta de vínculo, envidias, etc, de otras mujeres,
respiro, hago OMMMM y le deseo a esa mujer, conocida o no, lo mejor para que
siga fecunda su camino.
No sé si trabajar la confianza en la fortaleza de las otras mujeres nos volverá a hacer confiar en nosotras mismas, por
los generosos espejos que dan y reciben; pero sí sé de algo que es un gran
legado para nuestras hijas: una vida repleta de colores, alejada del blanco y
negro prejuicioso; una vida donde las sombras no impidan, repleta de luz.
Myriam Moya Tena
Tan bien explicado... En eso mismo trabajo ahora yo, no le había podido poner nombre y tu post me ha ayudado, no solo a poder definirlo, si no, también a encontrarle un objetivo, una razón de porque intentar e intentar hasta conseguirlo: "Que mi hija viva y distinga los mil colores de la vida, no solo dos" ;) Muchas gracias!
ResponderEliminarGracias por comentar, un abrazo, Myriam
Eliminargracias!! tambien aca puerpera liberandome de las sombras ajenas para abrazar mejor la propia. hermoso que puedas ponerle palabras a los que nos pasa!!
ResponderEliminarpoco a poco Carolina, besos, Myriam
Eliminarque bonito! mil gracias por este regalito que nos das a todas.. Que bueno verse y recordarselo de vez en cuando para no caer en esos juicios que no son otra cosa que los juicios que nos hacemos a nosotras mismas..<3
ResponderEliminarhay esos juicios, lo felices que seríamos simplemente viviendo ;-)
EliminarQué buen post! Gracias por expresarlo tan bien. Supongo que conoces, si no te lo recomiendo, "la maternidad y el encuentro con la propia sombra" de Laura Gutman. Tiene buenas y bonitas reflexiones acerca de este tema...
ResponderEliminarsí hermosa, lo leí antes de embarazarme y de nuevo en el puerperio, un gran libro, besos, Myriam
EliminarTu entrada parece "caída del cielo" para llegar justo en mitad de una conversación a través del mail con una amiga. Así que tras leerte se la he enviado.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo, asiento en cada párrafo que escribes. Buscar y encontrar lo positivo de cada una de nosotras, quedándonos con lo mejor de cada una, que al igual que "sombras", todas tenemos "un lo mejor de cada una" en nuestro interior.
Buen post. Yo estoy en ello tambien intentandolo. A ver si voy viendo menos dombrss y mas luz
ResponderEliminar"nos siento cercanas, valientes, alegres, disponibles" ¡Gracias! Esa frase me separó las muelas y me dió como perfume
ResponderEliminarQué gran post, Myriam. Yo aún estoy en el camino. Me siento juzgada y juzgo, pero tomar conciencia de ello, en gran parte, gracias a tu post, es un gran avance. Hoy estoy un poco más cerca!
ResponderEliminarQué difícil es ser libre. Ya habría desistido...si no fuera tan bello!
Un beso
Totalmente de acuerdo, Myriam. Aunque creo que a nuestras hijas podemos darles la suficiente información cuando surja el caso para que no tengan que pasar necesariamente por tanta negatividad, para que entiendan el mundo en el que viven y que puedan elegir desde la información y la libertad. La suficiente información en clave positiva. No es fácil, pero practicando se llega a mejorar ;)
ResponderEliminarDe los errores de las otras personas debemos experimentar para no cometerlos nosotros mismos, de sus buenas acciones debemos aprender y seguir su ejemplo, siempre tratando al máximo de imitarlos en lo mejor que hacen. Dejemos de juzgar a los demás por sus errores y debilidades, mejor dediquémonos a brindarles el apoyo que les hace mucha falta.
ResponderEliminarsobre todo para evitar que buscando luz te llegues a deslumbrar
EliminarTan necesario! Que bien relatado, me encanta. El principio para vivir en paz con nosotras mismas, con los demás y ampliar la rueda de buenas energias más allá de donde nos imaginemos. yo lo veo como un principio de revolución indispensable. Gracias por recordármelo!
ResponderEliminarEste comentario es muy importante para otras mujeres Me alegro muchisimo que lo publiques
ResponderEliminarNo tienes porque tener miedo ten encuenta que ayudas a muchas otras mujeres
Un beso
Muy bueno, no lo había pensado así de conscientemente... muy necesario.
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