Imagen Amy Swagman
Todos los días son el día de la madre
Todos los días podríamos intentar encontrar un momento a solas para honrar el útero que nos acogió y/o los brazos que nos acunaron. Desde el respeto y en silencio.
Todos los días podríamos pensar que somos parte de una cadena interminable de matrioskas, eso relativizaría nuestro paso por el mundo y nos acercaría de una manera sencilla a la inmortalidad y al origen.
Todos los días sería hermoso agradecer y cuidar de alguna manera a esa otra madre tierra que nos engloba y protege, y hacerlo de manera consciente.
Todos los días abrazar también la parte masculina que está en nosotras y que completó la primera célula porque es muy necesario que todo sea visible.
Todos los días, mirar a los ojos de cada uno de nuestros retoños y agradecerles el habernos convertido en alguien diferente, una mujer mucho más sabia, más vulnerable, empática y madura.
Todos los días reconocer en nuestros hijos/as a nuestros maestros/as.
Todos los días podríamos quitarle los adejetivos a nuestra maternidad y acercarnos al resto de mujeres que recorren (cada una a su manera) el mismo camino.
Todos los días podríamos tender puentes.
Y entonces devolverle a la palabra "madre" todo lo sagrado y todo lo cotidiano, para que no necesitemos un día de la madre para estar presentes.
Para que seamos simplemente eso hijas-madres-hijos-padres... parte de la cadena del flujo de la vida.
El gran milagro.
Myriam Moya Tena
pd: la presencia no siempre es física, los/las que han perdido a sus madres o a sus hijos en el camino lo saben bien, la presencia es intemporal, honrémoslos también.
Maravilloso el post, Myriam. Como todo lo que leo en este pequeño gran universo tuyo y de Zambra. Me he permitido nombrarte en mi post de hoy porque una de tus frases me robó el corazón. Un beso enorme y feliz dia
ResponderEliminarMaravilloso!! Lo compartire el próximo domingo día de la madre en latinoamérica ;)..
ResponderEliminar