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lunes, 21 de enero de 2013

Ayer abracé mi parto





Hace tres años, un día como hoy, 21 de enero, Zambra abría sus ojos al mundo. Hace tres años una noche como ayer comenzaba mi parto. He escrito varias veces sobre mi parto desde el dolor, desde el humor, o sobre los partos en general y para este año tenía preparada una reflexión hacia el futuro, pero anoche mi cuerpo de manera intuitiva se puso de parto otra vez y simbólicamente viajó al pasado para descubrirse y descubrirme algo más.

Ayer a las 10 de la noche (a la misma hora en que habían empezado las contracciones años atrás) sentí la imperiosa necesidad de volver a vivir mi parto. Así que mientras Zambra dormía plácidamente, busqué la misma música de feng shui, apagué las luces y el ordenador, llené la sala de velas, me abracé a mi pareja (que en estas cosas sabe respetar y acompañar) y ambos hicimos un pequeño viaje de ida y vuelta.
Esta vez no había dolor en mí, no había rabia en mí, solo una inmensa sensación de poder y de gratitud a la vida por haberme permitido engendrar, gestar, parir y criar a Zambra.
Confieso que con los ojos cerrados volví a notar a mi hija dentro de mí, en esos momentos finales en que tu piel está estirada y palpando el vientre puedes adivinar las partes de su cuerpo. La noté vigorosa y fuerte durante mucho rato. Sentí la fuerza de las contracciones y volví a revivir la confianza y la energía creativa que nos acompañaron en las horas iniciales de nuestro parto.
Busqué la libreta con las contracciones apuntadas, hablé con mi pareja de los detalles, recordé mi última cena saboreando aquella emoción de estar alimentando dos corazones, bailamos abrazados igual que hicimos cada noche al final del embarazo y sentí toda la dicha y toda la alegría de ese tiempo en que aquel parto fue nuestro, de los tres y de nadie más.
Y por primera vez lo acepté. Acepté que ese había sido mi parto, con su cicatriz que todavía molesta de vez en cuando, con su dolor, pero también con su inmenso amor, pasión, entrega… una experiencia increíble.
Después me quedé a solas, respirando, visualizando y me fui a dormir junto a mi hija.
A las 6 de la mañana me desperté algo rara, soliviantada y permanecí insomne hasta las 8 recordando el momento en que accedí a romperme la bolsa, el momento de la epidural… y es verdad, algo se removió en mí, que me puse un poco triste, que todavía quedan cosas por sanar
Pero no necesité apelar al futuro, no necesité las palabras: "si volviera a parir haría tal, si volviera parir haría cual”. De hecho vi que en mi caso no servían, una porque es probable que no vuelva a parir (tengo 40 años y no ando buscando otro bebé) y dos porque el parto que yo y Zambra tenemos en común, el nuestro, es el que fue, y ningún hermano/a cambiaría eso. Nuestra historia es la que es, y es tan potente, que a veces es necesario mirar a la cara a las sombras para ver el sol…
Ayer de manera intuitiva me abracé a mí misma, yo -como mujer adulta y madura que soy-, abracé a aquella otra mujer, adulta y madura también, que en un momento crucial se sintió herida y desamparada…
Ayer fui mi propia doula, mi propia madre, mi propia hermana...  y allí, en la soledad fecunda, a las siete de la mañana, salieron de la boca del corazón, las palabras que solo yo puedo entender, aquellas que son el bálsamo para mí y que no necesito compartir porque son parte íntima de nuestra historia. Esas palabras sanadoras que el cuerpo guarda en su memoria y que un día, si puedes detenerte, logras escuchar. 

Un paso más y un gran aprendizaje. Hermosa noche.

Myriam Moya Tena

10 comentarios:

  1. Qué bonito linda!! Me alegro mucho de que la vida te otorgara la noche de ayer. Es un premio a tu esfuerzo y otro regalo para esas mamás que, como yo, te seguimos porque nos gusta leerte, nos remueve y agradecemos tu generosidad que hace que nos emocionemos contigo, con tu dulce Zambra y con el maravilloso hombro que te acompaña.
    Gracias de corazón y qué bueno que anoche viajaras a mil y un lugares de culto.
    Enhorabuena!

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  2. Que lindo parto el tuyo ayer! <3
    Gracias por compartirlo

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  3. Te acompaño en un respetuoso silencio.
    Un hondo abrazo.

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  4. Últimamente no puedo leer de partos, no pude terminar con tu post. Mi bebita (mi segunda hija) está por cumplir los cuatro meses, y di a luz en Alemania, y en teoría tuve un parto respetado... algunas cosas no sucedieron como hubiera querido, pero por causa de no saber el idioma supongo, todo se dio como se dio. El problema es que siento que algo no estuvo bien, y aunque creo saber que fue, es como tu decís tengo algo roto, no tengo cicatriz...pero por algún lado algo me duele.
    De todas formas, me gusta leerte, removes cosas ;)
    Gracias.

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  5. Todas las experiencias negativas, si hacemos el duelo de forma sana, se convierten en grandes lecciones... de amor...
    Gracias por compartirlo, gracias por escribirlo tan maravillosamente... YO doy gracias por conocerte...
    Un abrazo de papel.. hasta que llegue el de piel ♥

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  6. Gracias por compartir sentimientos tan bonitos. Felicidades por abrazar esos mismos sentimientos y por avanzar con ellos.
    Pero sobre todo, felicidades por esa hermosa criatura y por ese amor tan grande que compartís cada día.
    Un besazo mamita!

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  7. Felicidades por esta nueva vivencia tan increíble. Gracias por contárnosla, me ha emocionado. Tu maravillosa familia te ayuda a superar la parte de vuestro parto que os robaron. Un abrazo muy grande.

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  8. Nuevamente me has impresionado! Ojalá algún día pueda aceptar mi parto!

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  9. Enhorabuena !!!!!!que bonito escribes y que bien te expresas. Poner palabras a nuestro dolor a nuestra sombra ayuda a nuestro interior. Zambra tiene mucha suerte de tenerte.

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  10. Que bonito escribes, y que espiritualidad desprendes siempre. Muchas veces en situaciones con mi hijo me acuerdo de ti. Gracias!

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