por Myriam Moya Tena
Nautilus by Amy Swagman
Hija mía,
Creo en la magia en minúsculas, en la magia cotidiana, la que se practica a diario en el hogar con los elementos naturales y los instrumentos más inverosímiles. En esa magia femenina e innata, tuya y mía.
Creo en la magia de los baños con pétalos de rosas, en hablarle en silencio a una flor y escuchar su respuesta, en hundir las manos en la tierra antes de que vinieras y conectar contigo, desde el yo, desde el tú, desde el Universo.
Creo en la magia del ciclo femenino, de conocernos al dedillo, de escucharnos los cuerpos como nuestras abuelas. Creo en la magia de concebir y ser concebida al mismo tiempo.
Creo en la magia del feng shui casero, en romper la fuerza de una flecha venenosa con una rana bebé y guardar la bola de cristales. Todo porque sabía que llegabas, que ya era imparable.
Creo en la magia de concebirte un día de la madre, después de bailar durante toda la mañana como una loca la “rumba de las madres” de Rosa Zaragoza. Creo en la magia de habérselo podido agradecer en persona a ella y a ti.
Creo en la magia de los haikús, de Basho y la Senda de Oku. De escribirte tu primer poema el día de tu concepción y crear así la idea de este blog:
“Vendrá en minúsculas,
todo lo que esperaba,
una semilla”
Barcelona, 3 de Mayo de 2009.
Creo en la magia del Sur, en sus aires, en sus gentes… el Sur vive en mí por mi padre y en ti por el tuyo y nada es casualidad… creo que hay tanto Sur en ti.
Creo en la magia de la meditación, de la coherencia cardiaca, de la respiración consciente. Creo en su poder para permitirme ver el verde y el resto de colores. Allí estabas tú.
Creo en la magia del mundo virtual, en la magia de facebook, donde hay también milagros afectivos, creo en escribirle a tu padre algo tan sencillo como “aquí te espero poniendo un huevo” y hacerte presente, hacerle presente. Creo en la fuerza de la preparación y el deseo.
Creo en la belleza de los libros de fotografías: de flores, de escritores, de naturaleza salvaje y en la paciencia de crear mis propios álbumes, en apagar la mente y dejar entrar. Tuve que recorrer un camino largo para darme cuenta, gracias hija por ayudarme a lograrlo desde donde estuvieras.
Creo en la magia de recorrer pastelerías buscando el máximo placer sensitivo bucal, en el chocolate negro, en los zumos de frutas, en especial de frutos rojos. Creo en el poder del rojo y en escuchar a mi cuerpo que me hizo comprarme una batidora americana. Toda una inversión.
Creo en la magia de las velas, en su poder de iluminación interior, en escogerlas con cuidado y encenderme para tu llegada, por dentro y por fuera.
Creo en la magia de hablar con los espermatozoides de papá, de hacerlo de manera no premeditada llevada por las oleadas del orgasmo. Solo lo hice una vez, no hizo falta más, el que habías escogido me escuchó, te escuchó.
Creo en la magia del círculo de mujeres, en estar rodeada por aquel entonces de muchas mujeres embarazadas. Creo en las fotos de flores que le mandé ese día a mi madre, tu abuela. En su vientre se creó tu óvulo, ella también estuvo allí.
Creo en la magia de presentirte, de saberte, de avisarlo en todas las pruebas médicas que tenía pendientes, que no iría porque seguramente estaría ya embarazada. Había otra manera de sanarme, otro camino mucho más hermoso, dependía de mí.
Creo en la magia de empezar a hablarte en voz alta ocho días más tarde, el día de tu implantación, en dejar de fumar de golpe después de veinte años sin necesidad de proponérmelo ni predictor.
Creo en la magia de quererte desde siempre, desde antes, de afirmarte desde el primer día, desde aquella primera vez que te deseé, a ti Zambra, con nombre y rostro, que le di forma consciente al deseo con ayuda de tu padre y lo nombramos.
Creo en la magia de creer en ti.
Myriam Moya Tena
Hermoso, Myriam. Puro amor, vida y consciencia. Gracias por compartirlo. Un abrazo!
ResponderEliminarPrecioso.. escrito desde el corazón! Siempre consigues emocionarme! Un abrazo!
ResponderEliminarMuy buena entrada. Por eso, nos gustaría incluirla dentro de nuestro repaso semanal de blog de papás y mamás (www.bebesymas.com)
ResponderEliminarserá un placer :-)
EliminarJo, no es la primera vez que me haces llorar, aunque si creo que es la primera que dejo un comentario. Gracias por escribir así, da gusto leerte. Un beso
ResponderEliminarPues sí, parece que escribes desde el corazón... felicidades!
ResponderEliminarPrecioso, Myriam, así da gusto ser mujer, ¿eh?
ResponderEliminarEs la tercera vez que lo leo....y cada vez me gusta mas. Gracias por compartilo, gracias por expresar lo que siento, gracias...simplemente gracias.
ResponderEliminarMil besos
¡Cuánta belleza por dentro y por fuera!
ResponderEliminarTe envío un hondo abrazo.
Preciós!
ResponderEliminarMe encanta leerte, siempre me emocionas.
ResponderEliminarTe sigo desde hace poco, pero ya no dejaré de hacerlo!!!
Un abrazo
Bello y profundo! Me he tomado el atrevimiento de compartirlo con muchas mujeres, citándote, por supuesto!
ResponderEliminarGracias por compartirlo!
Abrazo desde Argentina! ♥
Precioso!!!
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