Páginas

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Sres. de la SEGO, discúlpense (y no solo por la viñetas).











A los Sres. y Sras. de la S.E.G.O., al Dr Javier Server Gosálvez,
gracias por ponérnoslo tan fácil para pedir una disculpa pública dirigida a todas las pacientes pasadas y presentes de muchos de ustedes, obstetras del estado Español,


gracias -irónicas y dolidas- por mostrar a la opinión pública disfrazado de “humor” (especialmente al público masculino que no siempre tiene la oportunidad de presenciar las mil y una “bromitas” que ustedes han cometido y cometen) el pensamiento transversal de una parte de los ginecólogo/as de este país, puede que los más antiguos, pero los más poderosos, los que jamás se reciclaron.
Hoy les hablo como mujer, como madre, como hija, como nieta, como hermana, como amiga, como compañera de trabajo, como profesora, como vecina, como paciente, como cuidadana de este país... hablo como ser humano en conjunto ,que merece ser tratado con dignidad; como el ente complejo que soy, con nombres y apellidos, con historia familiar propia, con cuerpo sagrado y emociones, hablo para exigirles que nos pidan disculpas.
Sres. y Sras. de la S.E.G.O discúlpense:
Discúlpense ante mi madre separada de su primer bebé (que nació enferma) poco después del parto y mantenida en otro hospital, discúlpense por no dejarla presenciar la muerte de su propia hija, sé que hace muchos años, pero discúlpense.
Discúlpense ante mi abuela que con casi 90 años padece incontinencia urinaria severa (y usa pañales), discúlpense Dr Javier Server Gosálvez por haber ridiculizado a las mujeres mayores y sabias en sus viñetas, discúlpese.
Discúlpense ante mi amiga X que abortó espontáneamente y de forma muy dolorosa en la sala de espera de un hospital, que no fue atendida ni acompañada, discúlpense por no tener la decencia de retirarle la cuna vacía de la habitación, discúlpense.
Discúlpense ante todas y cada una de las prostitutas que son pacientes suyas, a menudo juzgadas e incomprendidas, luchen para que puedan realizar su trabajo en las mejores condiciones posibles, no las juzguen porque no son ustedes nadie, discúlpense.
Discúlpense ante mi amiga M que tras una cesárea (más que cuestionable) fue abandonada temblando en una sala sola para su reanimación, discúlpense por no atender sus lágrimas, ni los gritos que pedían a su hija; por forzar esa separación... no sabe si volverá a ser madre, discúlpense.
Discúlpense ante mis alumnas adolescentes por animarles a usar los anticonceptivos hormonales con apenas 15 años, por no permitirles amar su ciclo, discúlpense también ante los chicos por no educarlos en la corresponsabilidad, discúlpense.
Discúlpense ante mis 5 amigas que tienen el VPH, con toda la incomodidad que conlleva, no vuelvan a cuestionar su vida sexual en la consulta, no son ustedes jueces ¿recuerdan?, discúlpense.
Discúlpense por no tener ni idea de lactancia, si no saben de un tema no opinen, discúlpense ante las asesoras de lactancia que a veces ningunean y aprendan a derivar. Discúlpense también ante todos los bebés que por culpa de ciertos partos han tenido dificultades con la lactancia materna, acepten su parte de culpa y discúlpense.
Discúlpense ante mis 3 amigas cuyos embarazos acabaron de forma brusca un día antes de la semana 42. Discúlpense por tantos partos inducidos, por no permitirles la emoción y el placer de ponerse de parto, por no ofrecer otras alternativas, discúlpense también ante cada uno de esos bebés por negarle su derecho a decidir libremente cuando nacer, discúlpense.
Discúlpense ante mí por mi cicatriz, por esa maldita episio cosida a cuatro manos que tardé más de un año en rehabilitar (tras un tratamiento costosísimo que la Seguridad Social no cubre), discúpense ante mi marido por la espera que esto ha supuesto y ante miles y miles de maridos y mujeres más, que han visto afectada su vida conyugal durante meses e incluso años, discúlpense.
Discúlpense ante mi hija por hacer de nuestro parto una clase magistral, por haber cabreado a su madre en sus primeros minutos de vida, por haber vulnerado su /mi derecho a la intimidad, saben que no es la única, discúlpense.
Y por último discúlpense ante las nuevas generaciones de matronas, doulas, ginecólogos/as, asociaciones y grupos de mujeres que luchamos por un parto mejor, seguro, no medicalizado, ni intervenido, discúlpense por “ridiculizarnos” y vayan dejando hueco que ya va siendo hora…
Pero antes, discúlpense una y otra vez, saben, no es una broma, les va en ello su dignidad.
Myriam Moya.


19 comentarios:

  1. El mejor artículo que he leído hasta ahora. Gracias.
    He puesto tu link en mi blog, http://www.babyradical.es/blog/noticias/el-parto-es-nuestro-denuncia-las-vinetas-degradantes-del-boletin-electronico-de-la-s-e-g-o

    ResponderEliminar
  2. Genial... te aplaudo de pié y todo....... sublime!!!!

    ResponderEliminar
  3. Maravilloso, Myriam!!!
    Gracias, gracias miles!!!

    ResponderEliminar
  4. Se me salieron las lágrimas, Myriam, cuánto dolor y cuánta razón...

    Un abrazo,

    Louma

    ResponderEliminar
  5. gracias!! no pude evitar compartirlo en mi muro!!

    ResponderEliminar
  6. Muchas gracias, no he podido evitar el impulso de compartir el enlace de tu blog en mi muro.

    ResponderEliminar
  7. Gracias por poner voz a tanto silencio.

    ResponderEliminar
  8. Se me ha puesto la piel de gallina. Gracias por esta entrada.

    ResponderEliminar
  9. Madre mía, Miriam... es lo más íntimo y clamoroso a la vez que he escuchado en estos dos días.

    Gracias, realmente.

    ResponderEliminar
  10. Has dicho! Y has dicho por todas. Genial. ¿Falta de sentido del humor? Hartita estoy de esa frase. No son sólo las viñetas, es la gota que colma el vaso.
    Ha sido brutal, estremecedor, ojalá lo leyera alguno de ellos. Y ojalá sintiera algo y no le resbalara, aunque eso, dado el trato que nos vienen dando, ya lo veo más chungo.

    ResponderEliminar
  11. Uf, es escalofriante! Muchas gracias!

    El problema de todos los que no ven nada malo en esas ilustraciones, es que desconocen el contexto. La mayoría de la gente cree que en los hospitales se trata estupendamente a las mamás y los bebés, que la mutilación genital femenina solo se hace en Africa y que parir es "cosa de mujeres". Pero aquí has dejado bien claro que es cosa de una sociedad y que no se pueden consentir lo que ha hecho la SEGO.

    María

    ResponderEliminar
  12. Gracias Myriam. Que muchas y muchos se den cuenta que sus vidas cambiaron al pasar por el consultorio de ciertos ginecólogos de los que contamos demasiados en nuestro país.

    Te comparto! Un abrazo!
    Mercedes

    ResponderEliminar
  13. Excelente! me has dejado helada, cuánta razón y cuánta crueldad!!!
    Voy a compartirlo.
    Un besazo!
    Pilar

    ResponderEliminar
  14. Que se disculpen, que se vayan o se reciclen, que sepan lo que han hecho y siguen haciendo, que la sociedad en general no mire a otro lado y, desde luego, que no se rían de sus pacientes, por favor, son médicos y sólo deberíamos ir a profesionales que nos respeten...El abuso de confianza en esta especialidad está a la orden del día y al menos así queda retratado públicamente.

    ResponderEliminar
  15. Bravo Myriam, gracias por tus palabras, me emocioné... Ana

    ResponderEliminar
  16. Muy lindo y muy sentido Myriam.. como todo hay que conocer un poco este mundo, para saber las cosas que ocurren.. es muy bueno que haya personas como tú con esa certeza y determinación en la palabra.. lloro

    ResponderEliminar
  17. Dios, qué pasada. Estoy a moco tendido.

    ResponderEliminar